Eres el culpable de que la piel se apague
buscas vibraciones en la niebla
secuestras horas al tiempo
(El mismo que todo lo cura)
con sangre fría y sin desmayo.
Ves hologramas tras el espejo
piensas que no se encuentra
un reflejo ni tan perfecto ni tan vital
como el narciso sobre el agua.
Crees saber de qué sonido están hechas
cada flecha que irrumpe en tu pecho
cortan el aire ligero, frágil
entre tu inconciencia y mi ley.
Mejor así,
Eres el culpable del frío.
***
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