25.6.14

De Diamantes y Sangre




Fire Witch - Rick Berry

Algo me recorre la sien derecha. La migraña esta vez me ha empujado hacia el fin de un peñasco. He reprimido mi oratoria en pos de una vida cómoda y tranquila, sin sobresaltos de madrugada. Esto no me sirve. He abandonado mi yo primigenio, el viejo y el sabio, el que aspiraba a una verdad más cercana a la duda que hacia lo trascendente. En pos ¿de qué? En detrimento de una soledad inútil y podrida. Rylke me abofetearía con su voraz parlamento y me daría diez mil vueltas sobre mi misma para luego exclamar: “¡Haz de tu soledad un universo!”. Pero se me pega esa melancolía estúpida, y vuelvo a negarme empapada de una lluvia romántica y caliente. Esa que promete más que limpiar. He sentido una presión intermitente, un tic tac que sin escrúpulos ha recorrido cada neurona y arteria. He acumulado una fría pátina negra y bruñida a base de negaciones. Me he ido hinchando de un gas gris e inestable. Y sabía con certeza que a cada impacto y revés, ese otro yo se hacía más grande y feo, más superviviente. Al final, he sentido cómo me agitaban y efervescían, me metían la zozobra y la arcada con mil embudos, me perseguían, reconcomían y pinchaban, me llenaban de celos inmundos, insultos resquebrajantes y cantos rodados, hacían crecer las espinas para untarlas en veneno de cobra real. Hoy ha llegado el día en que me he hartado. Genuinamente apabullada he visto la cara de un futuro vapuleado, y me ha devuelto la mirada doliente. Un toro negro y recio, astillado, ha coleccionado una última carrerilla y he decidido no desaparecer. Estoy aquí por y para él, y mientras embiste una distancia desconocida entre su masa corporal y la mía, preparo unas manos acristaladas que lo deben parar. Cuando sus pezuñas se hundan en la arena le diré que no pasa nada. Que puede respirar y bajar la guardia, porque del torero me encargo yo. Hoy, os lo he advertido, ha llegado el día en que me he hartado, y he reventado. Sólo espero que ese cristal se convierta en diamante. Aún me quedan segundos de vida.



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